Marc seleccionó los principales botánicos de la zona del Penedès Mediterráneo, y los combinó hasta encontrar la fórmula perfecta para conseguir una ginebra única para disfrutar de momentos únicos.
Un líquido excepcional, equilibrado, aromático, cristalino y fresco, que podemos disfrutar no sólo a nivel organoléptico, sino que también quiso cuidar todos los detalles de la botella que lo contendría, creando un diseño minimalista que, además de transmitir sencillez, tiempo, alegría, y mucha luminosidad, también transmite una parte emocional muy importante a través de la figura del árbol.
Éste, recoge el pasado, los fundamentos, las raíces. Lo que ha de venir, el futuro, las ramas. Y, finalmente, en el tronco recogemos toda la experiencia vivida y transmitida durante 3 generaciones.